“El encanto de una hacienda”

Tradición, historia y belleza natural, se conjugan en el escenario único de la Antigua Hacienda Dolores de Barrera en Guanajuato.

Detrás de cada piedra
Grandes extensiones de piedra y vegetación, cascos de antiguas capillas, muros de piedra llenos de historias que antes albergaban pujantes centros de trabajo y complejos habitacionales; hoy están llenos de una belleza que combina algo de melancolía por ese pasado prolijo, lleno de tradiciones y hasta cierto orgullo por la patria. Los cascos de hacienda, hoy en día son un brillante escenario para celebrar una boda, un lugar con personalidad, grandes espacios, jardines y con una estructura atemporal que puede adaptarse a una gran variedad de ambientaciones, sofisticada, relajada, moderna, con un toque elegante y original.

Marsala, color central
Nombrado el color del año por Pantone (empresa líder en la tecnología del color), está en boca de todos, nombrado como el vino de la ciudad Italiana de Marsala (Sicilia). Su naturaleza tinta resulta muy combinable, además de ser una tonalidad que distingue a esta ciudad colonial. Se eligió una paleta de color con dorado, beige, madera salpicado con los detalles de color de los arreglos florales.

Belleza natural
La gama de color seleccionada va de la mano con la naturaleza especial del lugar, muros y pisos de piedra, amplias zonas de pasto como alfombra, detalles de enredaderas, árboles y arbustos enmarcan cada espacio. Para este montaje se optó por un espacio acogedor y referente de las antiguas fachadas, la entrada de la pequeña capilla, que todavía guarda la solemnidad de la hacienda, enmarca la mesa de madera con aires artesanales. Los muros de piedra con vegetación son la mejor decoración, el lugar no necesita ornamentos extra.

Detalles acogedores
Vestir las sillas Tiffany con cojines diferentes a los sencillos de siempre aporta un detalle cálido y de diseño. Para darle un toque de color a la mesa sin dejar de disfrutar de su veta, se colocaron servilletas marsala para enmarcar cada lugar y resaltarlo; con su delicado plato base y plato beige rematado con una servilleta con ribete de encaje, que sigue la línea artesanal, un poco rústica pero con elementos elegantes, así como la cristalería, que descubre cada pequeño detalle gracias a la sencillez de la idea en general.

Camino de flores
El elemento principal de la mesa resulta el camino de flores que recuerda las mesas familiares de acogedoras comidas y largas sobremesas, sin duda roban las miradas. Rosas, ranunculus, perritos, delphium, mini hiedra y demás follaje hace resaltar los vivos colores de estas flores clásicas, sobre todo de las dalias marsala. Así también, un poco de follaje da vida a sillas y aporta un detalle romántico a cada lugar, lo que integra más la mesa a la naturaleza a este rincón junto a la capilla.

Rincón de descanso
Aconsejamos que a modo de hacer que todo el espacio se integre a la celebración, crear pequeños espacios decorados con acogedores elementos, como si fuera una casa, jarrones de cerámica artesanal, como los de Pájaros, adornados con flores, sillas, cojines y pequeñas mesas. Lugares donde los invitados puedan tomar un poco de aire, conversar con otros invitados y disfrutar de algunos detalles que los novios regalan para la fiesta; como abanicos para el calor de la tarde y rebosos para el viento fresco de la noche. Así como otros detalles para llevar como conservas y licores artesanales del lugar.

Para consentir
Los invitados pueden llevar a casa detalles y sabores del lugar, incluso disfrutarlos durante el evento, ya que quién puede resistirse a las dulces tentaciones que son tradición en Guanajuato como las charamuscas y las trompadas, caramelo relleno de cacahuate y de diversos sabores; palanquetas, fresas cristalizadas, ates, mazapanes, cocadas; presentados en típicos y elegantes platos artesanales, como los de Servín. Así como también podrían llevarse a casa más sabores típicos del lugar como conservas de frutas, salsas de chiles artesanales y más, como ganchos para bolsas, abanicos y rebosos; detalles que son ejemplo del arte del lugar y que invita a regresar para disfrutar más de cerca cada detalle de la antigua ciudad.